Carolina Ballester conoció a Pilar Ramos, antecesora suya en el trono de Miss Baleares hace ya 18 años, en el gabinete de estética que regenta ésta.
Ambas han intercambiado secretos en el salón, desde trucos de maquillaje a experiencias comunes como ostentadoras del título que dan fe de su belleza. «Aquel certamen se celebró en Málaga, y lo ganó una chica de la que no hemos vuelto a saber nada más». Sobre si hubo tongo a la hora de la selección, añade: «Yo no lo sé pero lo cierto es que cuando el jurado dijo su nombre se armó un gran alboroto». Pilar le recomienda que vaya muy tranquila, que sea ella y que procure hacer buenos amigos. «Y sobre todo, diviértete. Todas podéis ser Miss España». Unas pruebas de maquillaje y un examen facial, ponen fin al encuentro que promete repetirse la semana que viene. A pie nos acercamos hasta el taller de Tolo Crespí, quién le confecciona uno de los trajes que lucirá la noche de la elección. Organza, seda natural y dos piezas -falda y bustier- todo ello en color naranja, puede que sean el peldaño definitivo para que Carolina logre subirse al podium. El detalle reside en unas aplicaciones de cristal bordadas a mano. Un estilo muy romántico que seguro causará sensación. Además portará un diseño de cóctel de Julián Alemany y un traje regional, típico de Mallorca, que ha elaborado también Alemany.
En el camino hacia la casa del modisto, Ballester, que cursa segundo de Turismo, se muestra partidaria del establecimiento de la ecotasa en las islas, alegando que «en muchos países la cobran. ¿porqué no cobrarla si va a servir para mejorar la calidad del turismo?». También nos interesamos por saber cual era su equipo, si el Madrid o el Barcelona pero no hubo suerte, «no me gusta el fútbol». Respecto a los actores, lo tiene algo más claro. Nada de Brad Pitt o Matt Damon: «Prefiero que sea español y moreno».