La familia real alemana Zu Leinengen quiere desprenderse de una joya de su patrimonio: la isla de Tagomago, situada en el término municipal de Santa Eulària, frente a la costa de Pou des Lleó. Eso sí, ha puesto un alto precio por este pedazo de tierra, puesto que lo ha valorado en 4.850.000 dólares, que, al cambio, se quedan en un 840 millones de pesetas. Los Zu Leinengen compraron la isla hace 25 años con la intención de convertirla en su destino vacacional, aunque nuca llegó a serlo.
Por el momento, han puesto el negocio en manos de la consultora inmobiliaria británica Knight Frank, especialista en estos casos tan especiales, puesto que ya gestiona la venta de otras islas, como varias situadas en el archipiélago de Fidji. Las ofertas se pueden hacer llegar a esta empresa a través de Internet.
Tagomago guarda en sus 58 hectáreas algunos secretos, como un lujoso edificio de 450 metros cuadrados que nunca ha llegado a tener inquilinos. Además, cuenta con un embarcadero propio piscina y un faro propiedad del Estado español. La construcción se autoabastece de electricidad y agua caliente. La isla, situada a un kilómetro y medio de la costa de Eivissa, estuvo habitada por pescadores desde el siglo VIII antes de Cristo hasta finales del XIX. En la actualidad, está totalmente abandonada y a la espera de inquilino.
Las características de la isla, que da cobijo a un par de especies de pájaros muy poco frecuentes en Eivissa, así como a un pequeño lago verdeazul, hacen que Tagomago esté protegida por las instituciones, que no dejan que se construya ni un sólo centímetro más.