No está todo perdido todavía. Aún quedan un par de meses para agosto, lo justo para poner a punto el cuerpo y tratar, así, de no hacer el ridículo en la playa cuando nos quitemos la camiseta y aparezcan esos 'michelines' que parecen tener vida propia. «60 días dan para mucho. En este tiempo es posible reducir hasta ocho kilos sin excesivos esfuerzos».
Quien dice esto sabe muy bien de lo que habla. No en vano se ha pasado la vida esculpiendo su cuerpo y ayudando a los demás a gustarse cuando se enfrentan al espejo. Se trata de Vicente Segovia, el cinco veces campeón de España de Fisicoculturismo y segundo de Europa. Lo que aquí sigue son los consejos de este especialista, gerente de los gimnasios Fraile, para acabar con esa grasa que ha escogido tan mal lugar para asentarse en nuestro cuerpo.
Por mucho que sudemos, no lograremos nada sin una alimentación adecuada. Lo primero será reducir al máximo, desde hoy mismo, los hidratos de carbono. Fuera la pasta, las patatas, los dulces y las bebidas azucaradas. Las comidas van a ser sencillas y se acabó picar fuera de horas. No estará demás que tomemos algún complejo vitamínico (Pharmaton, Micebrina o cualquier otro de venta en las farmacias) para equilibrar la falta de estos productos. Hay otras sustancias que nos ayudarán a quemar las grasas; lo último es la carnitina, aunque puede provocar cierta excitación.
Continuado pero sin pasarse. Si tenemos constancia y le dedicamos una hora diaria cuatro días a la semana, lo lograremos. Aquí dividiremos en dos los ejercicios: cardiovasculares y musculares. Los primeros "correr, ir en bicicleta, subir escaleras" servirán para perder las calorías de más; hay que dedicarles 15 minutos al día. Pero éstos no servirán de nada si no se acompañan de los musculares, que deben dar firmeza a esa piel flácida que queda al perder peso. Entre los últimos, Segovia recomienda tres series diarias de 15 abdominales, lumbares y flexiones. Para reforzar los brazos podemos echar mano a las pesas, pero comenzando desde lo mínimo.