El caso de Vicente y María Ela es uno más de los que maneja la Asociación de Familias Numerosas de Eivissa, recién creada para ayudar a todos los que han decidido saltarse a la torera la media europea de hijos por familia, que ronda el 1'5. No tienen problemas para recordar los nombres de sus hijos, pero sí que han olvidado alguna fecha de nacimiento. Algo absolutamente comprensible cuando el libro de familia supera las cinco páginas. La lista completa es la que sigue: María Dolores, 30 años; Natalia, 29; Lourdes, 28; Raquel, 26; Ela, 20; Goretti, 17; y Alexandre, con 14.
Esta familia no tiene nada que agradecer a las instituciones. A pesar de ser una familia numerosa de máxima categoría, las ayudas que reciben no superan las 3.000 pesetas mensuales. Todo sale del trabajo del padre, que, como explica, ha tenido que cumplir «hasta cuatro jornales diarios» para subsistir. Cuanto más gente hay viviendo en una casa, más luz, agua y gas se consume. Para estos conceptos tampoco se han previsto ningún tipo de subvenciones en nuestro país.
Esta familia ni siquiera han recibido becas para que sus hijos estudiaran en la universidad. La Administración no entiende estos casos: si la nómina supera una cifra, no hay ayudas. Aunque se tengan siete hijos y cuatro de ellos se hayan desplazado a Valencia para continuar con los estudios superiores. «Van a curso por año. Saben cómo está la situación y no se permiten el privilegio de suspender las asignaturas», comenta la madre. Hasta la fecha, la familia cuenta con tres licenciadas en: Medicina, Física y Psicología.