Todos los alcaldes del Partido Popular de Eivissa coincidieron ayer en resaltar los «efectos negativos» que tendrá para sus municipios la aprobación de una moratoria que suspenderá las licencias de construcción en los terrenos urbanos y urbanizables. Los representantes municipales de Sant Joan, Sant Josep, Sant Antoni y Santa Eulària se mostraron a favor de una planificación urbanística de la isla aunque advirtieron que este tipo de medidas deben garantizar la seguridad jurídica que protege a los ciudadanos.
Así, el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, se mostró especialmente crítico no una moratoria que calificó como «una barbaridad para Sant Joan». Marí recordó que el Consell ya había suspendido el desarrollo de tres planes parciales en este municipio y existe una orden de protección cautelar sobre el espacio de es Amunts. Antoni Marí pidió al Consell «seriedad» a la hora de elaborar medidas que afectan directamente a los ciudadanos y aseguró que tras la aprobación de esta nueva moratoria en Sant Joan, «no queda nada donde se pueda intervenir». Antoni Marí aseguró que el Ayuntamiento de Sant Joan no ha recibido ninguna respuesta oficial a las alegaciones presentadas en su día contra la protección de es Amunts. El máximo dirigente municipal espera poder reunirse con el presidente del Govern, Francesc Antich, para mostrarle «la inquietud que existe en estos momentos entre los vecinos del municipio».
En esta línea, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, mostró su opinión contraria a la intención del Consell de paralizar la actividad urbanística en este municipio. Guasch aseguró que la suspensión de licencias será «muy negativa» para el municipio. Guasch consideró una discriminación que se contemple una suspensión global en algunos ayuntamientos mientras que en otros, «las medidas serán menos restrictivas». El alcalde de Santa Eulària advirtió de las indemnizaciones que se podrían derivar de la citada norma cautelar del Consell.