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El cierre al tráfico de Dalt Vila comienza con los primeros problemas

Vecinos sin tarjeta, repartidores y conductores manifiestan su descontento

R. BELTRÀN
Todas las novedades provocan recelos, y el cierre al tráfico de Dalt Vila inauguró ayer su primer día con varios problemas con los que tuvieron que lidiar dos agentes de la Policía Local, que tuvieron que enseñar a más de un residente el funcionamiento de la tarjeta magnética. Asimismo, también se registraron algunos incidentes por parte de repartidores que veían cómo les impedían el paso para realizar alguna entrega. «Algunos vecinos que no tenían la tarjeta se indignaron cuando les impedimos la entrada, pero la norma es la misma para todos», comentó uno de los agentes destacados en la entrada del barrio.

Por su parte, el Ayuntamiento decidió pintar los bolardos de color verde fluorescente para que fuesen más visibles, ya que un par de conductores tuvieron que frenar bruscamente para no chocar contra ellos. «Hasta que la gente se acostumbre tendremos que ir mejorando poco a poco el servicio», explicó la Policía Local. Además, el primer teniente de alcalde del Consistorio ibicenco, Pedro Campillo, comentó que en breve sacarán a concurso el proyecto de un minibús que circule por Dalt Vila y resuelva las necesidades de circulación de los vecinos. «Ya están redactadas las bases, y sólo falta hacerlas públicas», comentó el edil. Además, quiso hacer hincapié en que el cierre al tráfico «no va en contra de nadie, ya que la intención del Ayuntamiento es revalorizar un barrio que es Patrimonio de la Humanidad, no de los residentes ni de la ciudad de Eivissa». Campillo subrayó que la intención del Consistorio es «revitalizar la zona y conservarla lo mejor posible».

No obstante, la opinión de los residentes de este barrio histórico no es la misma, ya que incluso uno de ellos actuó de «concejal por un día» y acudió al último pleno del Consistorio de Eivissa para plantear delante de todos los concejales sus más que firmes reservas hacia la idoneidad de esta medida. Un sector de los vecinos de Dalt Vila están preocupados por qué pasará cuando tengan que solicitar la visita domiciliaria de un médico o si el sistema se estropea a altas horas de la madrugada, entre otras posibles situaciones.

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