Saber nadar, éste es el único requisito necesario para poder iniciarse en el divertido y atractivo mundo del piragüismo, uno de los deportes náuticos más completos, aunque desconocidos, cuya práctica durante los meses estivales aporta, además de una estupenda forma física, un nuevo modo de descubrir parajes y paisajes de nuestra isla.
Para iniciarse en la práctica de esta actividad el Club Nàutic Sant Antoni organiza cursillos a lo largo de todo el verano para mayores de 16 años. Neus Mateu es la monitora de estas clases, principalmente prácticas, en las que también se combinan sesiones teóricas «para que los alumnos se familiaricen con el medio, conozcan el material y las técnicas de rescate», comenta. «Casi todos los alumnos parten de cero y la mayor dificultad la encuentran en mantener recta la piragua en el agua, mantener el equilibrio y realizar correctamente los giros», puntualiza esta experta monitora, quien destaca que «a estos cursillos acude mucha gente de Sant Antoni que no ha tocado el mar y que descubre a través de las distintas salidas que hacemos parajes insólitos del lugar en el que vive y que ni sabía que existían».
Las instalaciones del Club Nàutic de Sant Antoni acogen a lo largo de este mes cursos de una semana y de fin de semana de 12 horas de duración. A lo largo del curso se realizan varias salidas hasta Caló des Moro, las cuevas de Cala Bassa, y Cala Saladeta, a la vez que se contemplan las puestas de sol.