José Ramón Riera, de Sant Miquel de Balansat, y María Ester Marí, hija de un ibicenco de Sant Joan, son dos de los cinco emigrantes que estos días disfrutan de su reencuentro y encuentro, respectivamente, con Eivissa. Ambos han coincido en calificar la isla como «maravillosa y muy linda» y se encuentran encantados de disfrutar de la 'Operació Retorn' organizada desde hace varios años por la Conselleria de Presidencia del Govern Balear. Su estancia de 10 días en Balears les ha acercado ya a Mallorca, lugar que también les ha encantado, y ahora disfrutan de sus últimas horas en Eivissa, isla con la que están más estrechamente relacionados, y en la que les hubiese gustado estar más tiempo.
José Ramón Riera, de 68 años, se ha llevado una gran sorpresa al ver su tierra natal, comentando que se la ha encontrado mucho mejor de lo que esperaba, coincidiendo con María Ester Marí, de 80 años, al comentar que «es mucho más hermosa de lo que habíamos visto por la televisión y de lo que nos habían dicho».
Eivissa ha cambiado mucho desde que Juan Marí, padre de María Ester, abandonara la isla en 1904 enrolado en un barco que le llevó por azar o destino a Flores (Argentina) país que ya no abandonaría «muy a su pesar y el de mi mamá, que era catalana». Ahora esta argentina de sangre ibicenca se ha reencontrado con sus raíces y conocerá a su único familiar directo en la isla: «mi tía de 96 años, que me han dicho que es igualita que una de mis hermanas».
José Ramón Riera, por su parte, emigró a Argentina en 1948, con tan sólo 16 años, lugar en el que se reencontró con tíos y primos, ya asentados en Santa Fe, y en el que poco a poco se fue reuniendo con toda su familia, padres y hermanos incluidos. Estos días este confitero se ha reencontrado con sus primos y amigos en una isla que «ha cambiado más del mil por mil» y en la que nadie sabía lo que era el turismo. Esta noche el Consell Insular les ofrecerá una cena de despedida en un céntrico restaurante de Eivissa.