La memoria pasó de moda cuando se inventó la imprenta». Esta es la raíz principal del olvido al que tendemos en nuestra vida cotidiana, según José Luis Hernández, profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Ayer la Pimeef contó con su presencia en el hotel Torre del Mar, encuadrado en el programa de «Encuentros empresariales 2000», para que les explicase a los asistentes las ventajas de su método. Él ofrece una técnica, que cataloga de infalible, que permite activar el funcionamiento de la memoria. Reconocer a una persona que se conoció casualmente hace una semana, identificar acontecimientos ocurridos en el pasado o recordar la posición que ocupa una cifra en un número compuesto por cuatrocientas, deja de ser un obstáculo con el método creado por este experto.
José Luis Hernández propone seguir tres pasos primordiales. El primero pasa por asociar las ideas o los movimientos que realizamos a diario a situaciones paradójicas o ficticias. En cambio, el segundo paso sería la asociación con los números. Por ejemplo, si se quiere recordar el precio de una corbata, deberemos convertir la cifra en una palabra. «Si la corbata me ha costado 3.496 pesetas, lo más seguro es que se me olvide el precio pasados unos días. Pero si cada cifra la convierto en una letra que se le parezca, puedo formar una palabra que identifique siempre, por lo ilógico de la situación. Así, el tres podría ser una eme, el nueve una pe, etc., hasta identificar a la prenda con otra realidad paradójica».
Y el tercer paso del método que propone el profesor se basa en la necesidad de recuperar la tradición oral, que permitía hacer funcionar la memoria constantemente. Aunque, como explica José Luis Hernández, lo importante es mostrar una actitud positiva, una predisposición a acordarse de determinados hechos. «Hay que confiar en la memoria, que es como una amante; si no confías en ella es más fácil que te engañe», apunta el profesor.