La junta directiva del sector del Comercio de la Petita i mitjana empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef) ha consensuado junto a la Pime de Mallorca las alegaciones que se presentarán al proyecto de ley de Ordenación de la actividad comercial de Balears y está dispuesta a reclamar que las rebajas de verano vuelvan a adelantarse a la primera semana de julio, pese a que fueron los comerciantes de las Pitiüses los que más insistieron para que se atrasaran hasta finales de mes.
Las patronales baleares se han mostrado a favor de que el sector del comercio esté legislado desde la Comunitat Autònoma y se han mostrado en contra del decreto de liberalización de los horarios comerciales del Gobierno central. En materia de horarios reclaman que se pueda abrir un máximo de 12 horas al día pero que el cómputo se haga anualmente, «precisión que se ha introducido dada la gran existencia de establecimientos de tipo turístico y estacional».
Además de criticar que el aumento de horas de apertura es especialmente discriminatorio para las mujeres (que soportan más cargas familiares y no disponen de guarderías en determinados horarios) reclaman que los comercios estén cerrados en las Islas los domingos y festivos salvo en las zonas turísticas y que, si se permite abrir algunos domingos, no sean los más cercanos a las fechas de Navidad. Sobre la libertad de apertura en domingo (sólo para zonas turísticas) las patronales reclaman que se establezca exclusivamente entre el 15 de marzo y el 30 de octubre.
Entre otras alegaciones, la Pimeef también apoya que los ayuntamientos definan un urbanismo comercial, que se regule la superficie máxima en función de la población del municipio y que se cree un cuerpo de inspectores comerciales suficiente para Balears.