Xavier Cugat pasó en Eivissa un pequeño periplo de su dilatada vida como artista. El Casino fue el lugar en el que desarrolló algunas actuaciones tras su inauguración en 1979. El año 2000 se cumplen cien años desde que nació y el pasado día 27 de octubre hace diez que falleció en su tierra natal, Cataluña.
La Sala de Fiestas del Casino de Ibiza comprobó de cerca el ingenio de un artista que dio todo por la música. Allí realizó algunas actuaciones en su corta estancia en Eivissa, en el inicio de la década de los 80. Por aquella época el músico había recibido recientemente la Cruz de Isabel la Católica y se encontraba en un momento de su carrera en el que los reconocimientos por su labor se empezaban a hacer habituales. Pero cuando podía encontraba también el momento para el relajamiento. La isla le dio los ingredientes necesarios. A él le gustaba el Mediterráneo y aquí lo podía seguir disfrutando.
Enseguida el Casino le atrajo y no dudó en actuar en sus instalaciones. Pero la edad no le permitió seguir el ritmo de actuaciones tan exigente, que hasta entonces había seguido por todo el mundo. Entre 1984 y 1985 Xavier Cugat sufrió una serie de recaídas de la embolia que sufrió en 1976.
A los cien años de su nacimiento se incluye en el currículum de un genio su presencia en Eivissa. Un hito al que las Pitiüses no renuncian. Además de músico, Cugat también demostró facetas de caricaturista. La isla contó con la presencia de un maestro, que comenzó su actividad musical en Estados Unidos. Allí actuó por primera vez en Carnegie Hall de Nueva York, donde recibió unas primeras críticas que no fueron muy alentadoras. Por ello se dedicó por un tiempo al caricaturismo, fruto del desencanto provocado por su estreno como músico.