Tiene 47 años, 21 de los cuales los ha dedicado por entero al mundo de la moda, al que entró «casi por casualidad» a principios de los 80 en Eivissa, cuando Smilja Mijailovich «me pidió que hiciese una pequeña colección», quedando absolutamente prendado del mundo del diseño textil, abandonando su carrera como arquitecto. En la actualidad, después de haber evolucionado hacia la profesionalización e industrialización, Nacho Ruiz se ha convertido en el principal ejemplo para los creadores de las Pitiüses. En plena fase de expansión acaba de inaugurar una tienda en la zona comercial más lujosa de Madrid y factura alrededor de 25.000 prendas divididas en 2 o 3 colecciones al año que vende a sus más de 200 clientes.
En una entrevista que publica hoy íntegramente Ultima Hora en su edición de papel, Smilja Mijailovich afirma que «las cosas no han cambiado en la forma en que deberían. Eivissa tiene una situación desde el punto de vista geográfico, turístico, de imagen y de comunicación que el desarrollo que vende de su moda no está al orden de todo el mundo cosmopolita que respira. Hay una cosa que hay que equiparar y es que a todas las personas que van a Eivissa les gusta encontrar cosas singulares, pero también con un gran sabor de moda internacional. La de Eivissa podría ser una de las pasarelas más importantes del Mediterráneo y para conseguirlo hay que crear una plataforma de trabajo y de contexto porque la moda ibicenca es viable».