Los manjares que vistieron la cena que Unicef celebró en la noche del viernes al sábado sirvieron para hacer una digestión solidaria. La VIII gala anual de la organización dependiente de Naciones Unidas se desarrolló en la Sala de Fiestas del Casino de Eivissa, que completó su aforo. La velada se completó con un espectáculo especial amenizado por los componentes del ballet Capricorn, por una rifa y por un desfile de la firma Perlotti & Giannini.
La recaudación final, cercana a las 700 mil pesetas, se destinará a la paliación del hambre en Etiopía y en el cuerno de Àfrica. Esta cantidad procedió del importe que los socios y simpatizantes de Unicef desembolsaron por la cena y el espectáculo, aunque se recibieron donaciones complementarias. Además, en el intervalo entre los postres y el inicio de la danza, los asistentes pudieron participar en la rifa de dos televisores, un cuadro de la artista ibicenca Marta Torres, una cesta de Navidad, una bicicleta y una cena en el Casino.
A las nueve y media de la noche los invitados tomaron asiento. Ante ellos se habían colocado antes los útiles para depositar en ellos la comida y bebidas previstas en el menú. Entre los asistentes se encontraban Pilar Costa, presidenta del Consell, y Xicu Tarrés, alcalde Eivissa. Carmen Fano, presidenta de Unicef Eivissa, no dejó de acercarse a las mesas para recibir la aprobación de los invitados. Tras la cena entró más gente a la sala, la que había pagado sólo por ver el ballet y el desfile.
El grupo Capricorn, nutrido a base de jóvenes talentos, interpretó piezas clásicas. Por su parte, la firma Perlotti & Giannini basó su pase en trajes de madrina y de novia. La nota discordante residió en las propias modelos. Salvo Emma Torres, modelo y candidata a Miss Balears en la pasada edición celebrada el 17 de septiembre en Palma, el resto eran mujeres que en algún momento fueron clientes de la firma o que quisieron colaborar desinteresadamente. Entre ellas estaba Estela Matutes y la periodista Misse García. Una cena que fue el pretexto para obtener ingresos destinados a los que sufren la penuria del hambre.