Philippe Bastien es el presidente de «S.O.S Recherche de personnes disparues», una asociación francesa cuya misión es la búsqueda de personas que están en paradero desconocido. Actualmente su dirigente se encuentra en Eivissa para resolver el caso de un joven de 29 años que se ubica en algún lugar de la isla. Aprovechando su estancia, Philippe Bastien va a intentar establecer una oficina de esta agrupación en las Pitiüses.
«Sería muy importante para nosotros establecer una delegación en Eivissa, ya que el perfil de la gente que desaparece en Francia y que nosotros investigamos es el de personas con edades entre 14 y 30 años, muy joven, a las que le gusta lo que esta isla ofrece: calor y diversión. Es para ellos un paraíso, y muchos de los casos de desaparición en nuestro país pueden tener su ubicación en Eivissa. Estamos obligados a disponer de una sede aquí desde la cual gestionar casos como el del joven que estamos intentando localizar ahora». Así explica el presidente de «S.O.S. Recherche personnes disparues» los motivos por los que meten a Eivissa en sus objetivos de expansión.
La oficina central de esta agrupación está en Alsacia, en la localidad de Dannemarie. En el país vecino ha adquirido mucha popularidad por su modo de operar. En publicaciones tan prestigiosas como «Le Nouvel Observateur» les han llamado los detectives del corazón, ya que a las familias que acuden a ellos para recuperar a sus allegados nunca les cobran dinero, sólo una aportación voluntaria para cubrir algún gasto de los viajes que emprenden.
«No me considero un detective, éstos piden mucho dinero por resolver casos, yo lo hago porque me gusta. Posiblemente el gobierno francés nos conceda en un futuro próximo alguna subvención, que nos ayudará para abrir oficinas como la que está proyectada en Eivissa», señala Philippe Bastien. Para esta delegación necesitaría preferiblemente a alguien de la isla que hablara bien el francés y que estuviera dispuesto a trabajar inicialmente sin ganar dinero -a la espera de la subvención del gobierno galo-, con la filosofía de las 30 oficinas que se reparten por Europa y que forman una cadena de búsqueda de desaparecidos. El Paco Lobatón francés, de paso por Eivissa.