La maraña de cables eléctricos y telefónicos de las calles del Puig de Missa de Santa Eulària desaparecerán antes del comienzo de la temporada, según anunció ayer el alcalde de la localidad, Vicent Guasch. Las canalizaciones están acabadas y sólo resta que GESA y Telefónica desmonten los tendidos aéreos y conecten las instalaciones particulares a la nueva red enterrada, de casi 2.000 metros de longitud. Hoy mismo, GESA comenzará estos trabajos, que han permitido a la compañía modernizar sus instalaciones y las de los usuarios. Ayer mismo, la empresa de energía eléctrica firmó un convenio con el Consistorio de Santa Eulària para proceder al soterramiento. GESA participa en este proyecto aportando cinco millones de pesetas y su ayuda técnica. El coste total del soterramiento es de 35 millones de pesetas, de los cuales cinco han sido destinados a enterrar los cables de Telefónica.
Además de la mejora estética, José Roselló Tur, jefe de distribución de GESA, destacó que con el soterramiento se renuevan y dotan de mayor seguridad las instalaciones, ya que todos los suministros de 125 voltios han sido sustituidos por otros de al menos 220 voltios. Según Roselló, esto redundará en un menor consumo.
El alcalde anunció que otra de las medidas adoptadas por el Consistorio para embellecer el Puig de Missa («el buque insignia de Santa Eulària», según sus palabras) es la adquisición de unos solares ubicados tras el Museo Etnológico, que serán acondicionados como jardín de cáctus. Además, el Ayuntamiento concluirá antes del otoño las obras que faltan para dar carpetazo al Pla Mirall. Así, en octubre ya estará empedrado el camino que asciende hasta el cementerio, se habrá instalado el mobiliario urbano y el nuevo alumbrado y se habrá ajardinado la zona. Estas obras costarán 180 millones de pesetas.