Los ayuntamientos de Sant Antoni y Santa Eulària han salido al paso de las declaraciones realizadas por la Conselleria de Sanitat en las que lamentaba que rechazaran la entrega de los vehículos sanitarios para atención urgente.
En el caso de Sant Antoni, el alcalde Antoni Marí Tur explicó, a través de un comunicado, que los médicos del centro de salud expusieron a la consellera de Sanitat, Aina Salom, que la entrega de estos coches «suponía incrementar la demanda de servicios a domicilio, que no se podían cubrir por falta de personal médico y que el coche no disponía de ningún tipo de material para urgencias». Según Marí Tur, «ante tal situación, falta de coordinación, precipitación y con visible enfado, la consellera optó por no entregar el coche y replantearse la situación». Tanto el alcalde como el concejal de Sanidad, Miquel Costa, aseguraron que el Ayuntamiento «en ningún momento se ha negado a colaborar en los servicios que pueden beneficiar a los ciudadanos».
El alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, explicó ayer que se enteró de la entrega del coche el pasado viernes al recibir un fax de la Conselleria de Sanitat. «Nadie había hablado conmigo antes y no sabía nada; sólo enviaron un preacuerdo en el que se decía que era yo quien pedía el coche, pero estas cosas no las firmo», señaló. Añadió que «cuando el Insalud diga si los quiere o no se llevará a comisión de gobierno».
El director territorial del Insalud, Javier Rodrigo de Santos, señaló que el Govern ha actuado con precipitación, ya que el viernes se comunicó la visita de la consellera el lunes. «No es que los ayuntamientos se opongan, sino que nadie les ha explicado nada» , dijo.