El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, anunció ayer que el Ayuntamiento invertirá alrededor de 300 millones de pesetas en la compra de la antigua plaza de toros después de alcanzar un preacuerdo con una parte importante de los propietarios. Para ello, el Consistorio tuvo que elevar su primera oferta, ya que la iniciativa privada también tenía intención de hacerse con este solar, pero Tarrés defendió que merecía la pena hacer este esfuerzo económico para «recuperar este espacio para la ciudad».
El primer edil no negó que la institución también había barajado la posibilidad de expropiar estos terrenos, pero siempre como última opción en caso de que la compra no fuera posible ni por parte del Ayuntamiento ni de las empresas privadas. En cualquier caso, esa solución tampoco está totalmente descartada, ya que el Consistorio todavía tiene que negociar con los propietarios que ayer no acudieron a la reunión. Si no es posible llegar a un acuerdo con ellos, Tarrés reconoce que habrá expropiaciones y también advierte de que entonces el precio que se pagará por metro cuadrado será inferior. «Los números los han hecho los técnicos, pero nosotros hemos pedido que se intentara favorecer al máximo a los propietarios», comentó el alcalde, que opina que ya han tenido bastante con haber sido «maltratados durante 16 años».
El Consistorio tenía intención de pagar a cada propietario en función del número de metros cuadrados que tuviera. Sin embargo, los propietarios han hecho ver que esto sería una injusticia porque no se pagó igual en su día por una plaza de párking que por un local o por un local interior y uno exterior. Por ello, los técnicos buscarán una manera de ponderar los pagos. Si algo tiene claro el Ayuntamiento sobre el futuro de este terreno es que el actual edificio será derribado. A partir de ahí, el alcalde prefirió no entrar en más especulaciones, aunque sí dejó claro que no está descartada ninguna posibilidad, ni siquiera la de hacer una zona verde como propone el PP.