Superada la resaca de la inauguración del certamen Eivissa Medieval, las calles de Dalt Vila revivieron ayer momentos con sabor a historia. La jornada del sábado estuvo marcada por la puesta en escena de dos agrupaciones que no habían participado el viernes. La Catedral acogió al mediodía un concierto medieval del grupo Menestrils, de Ontiyent (Valencia), y a última hora de la tarde los encargados de cerrar los actos oficiales fueron los Cavallets de la Escola de Música i Danses de Mallorca «Bartomeu Ensenyat Estrany». Dos espectáculos que sirvieron para no desentonar con el ambiente histórico que se recrea en la ciudad vieja este fin de semana.
Los bancos de la Catedral no estaban ocupados ayer por los feligreses que asisten normalmente a misa los fines de semana. Extranjeros, figurantes del certamen, grupos de niños y otros turistas se congregaron en el templo religioso para asistir a las doce del mediodía a un concierto medieval ofrecido por el grupo valenciano. El acto se apoyó en la interpretación de obras de los siglos XI al XV con reproducciones de instrumentos de la época de la canción trobadoresca. Mientras, en el exterior, los puestos repartidos por las siete zonas del certamen recibían la visita de multitud de gente, que asistió de nuevo a los espectáculos que ya se habían presentado la jornada anterior. Luchas entre caballeros, brujas, mendigos, mimos... volvieron a hacerse con las calles de Dalt Vila para que el ánimo de los asistentes no decayera.
La tarde reservaba una novedad más. El acto que sirvió para cerrar la segunda jornada medieval congregó la atención en el convento de Santo Domingo, donde un espectáculo de danza religiosa con antiquísimos caballos y especiales jinetes aportó las notas de misticismo propias de esta época. Después, conforme se acercaban las diez de la noche, la afluencia de visitantes se diluyó hasta que llegó el momento de echar el cierre y recoger la herramienta. Hoy será la última oportunidad para retroceder unos siglos atrás porque el certamen finaliza esta noche.