El grupo popular del Ayuntamiento de Eivissa tiene una visión radicalmente diferente a la del Pacte sobre la auditoría que ha dibujado la situación contable de la Corporación. Si el lunes los progresistas utilizaban ese documento para demostrar el caos de la gestión durante el mandato de Enrique Fajarnés, ayer la concejala popular Virtudes Marí dio la vuelta a la tortilla: «Visto lo que se dice en esa auditoría, nos felicitamos por la gestión que hicimos en el Ayuntamiento», indicó satisfecha.
La lectura de Marí nada tiene que ver con la del Pacte. En primer lugar, resaltó que en las conclusiones finales se destaque que la «documentación contable refleja fielmente la realidad», un indicativo, según la edil, de que la «gestión fue buena», y no un caos, como los concejales socialistas reiteraron durante los últimos ocho años de gobierno de Fajarnés.
Según Marí, tampoco tiene sentido que el concejal de Economía y Hacienda, Joan Boned, divulgase el lunes el contenido de la auditoría, cuando ésta está fechada el 20 de octubre de 2000. Además, acusó a éste de inventarse el contenido, ya que «en él no se cuantifica lo que pueden costar los contenciosos en marcha» en caso de que se solucionen en contra de los intereses del Ayuntamiento. Boned cifró entre 100 y 110 millones de pesetas esas cantidades. Respecto al desconocimiento de la existencia de los contenciosos presentados por las empresas que construyeron el paseo marítimo y el colector cero, Virtudes Marí fue tajante: «Que Joan Boned explique cómo en dos años no se ha enterado de que existían. No era ningún secreto».