La actual presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, elogió ayer «la gran talla política y humana» de Cosme Vidal y afirmó que éste «entregó su vida a la institución», de la que le considera «pilar fundamental y padre».
Costa le definió como un hombre «íntegro y coherente con lo que pensaba» y recordó que, incluso estando enfermo, había mantenido «un gran sentido del humor». En lo político, la presidenta lo considera un precursor de la defensa de los consells insulars fuertes. «Era un gran autonomista, siempre defendió que los consells tenían que ser autogobiernos. Lo cierto es que le tocó una etapa bonita y apasionante, pero también la más difícil de la historia del Consell», manifestó ayer la política progresista.
De esas dificultades también sabe mucho el ahora senador del Partido Popular Enrique Fajarnés, que como ayer recordaba fue uno de los primeros contratados por la institución pitiusa, ocupando el cargo de secretario de Presidencia en la primera legislatura. «Sin duda, es uno de los grandes políticos ibicencos del siglo. Era honesto, riguroso y siempre defendía los intereses de Eivissa y Formentera. Era un demócrata convencido, un liberal; tengo la suerte de poder decir que he tenido buenos maestros en política, de los cuales él era uno de ellos». También Fajarnés le recuerda especialmente por su sentido del humor y comenta que «daba un aire de frescura a todos sus discursos con el que cambiaba el tono de los debates».
Algo parecido comenta María Luisa Cava de Llano, hoy adjunta primera al Defensor del Pueblo.