Ha sido uno de los atractivos del último certamen de la Moda Adlib. Acaba de regresar de Londres, donde ha participado en el espectáculo que en la feria de turismo la delegación de Eivissa presentó con mucho éxito. Tiene 21 años y desde los 12 sabía que quería ser bailarina. Es especialista en el denominado «baile del vientre» y se gana la vida enseñando los secretos de esta técnica y como modelo profesional. Se llama Ananda Aharashmi, es de Sant Llorenç y es una amante de todo lo relacionado con la escenografía árabe. La música, los trajes, la decoración... todo en su vida tiene una connotación oriental.
«La danza del vientre necesita sincronización de movimientos y poder controlar de manera armónica las manos, la cadera, los hombros. Cuando actúan todos estos miembros, no es exactamente lo que se conoce como baile del vientre, sino danza árabe. Lo más difícil de aprender es controlar el cuerpo», explica Ananda. Hasta que ha definido su estilo de baile han pasado muchos años y ha tenido que viajar mucho. Estuvo en Egipto en 2000, donde perfeccionó rasgos de la danza que practica. «Para aprender la danza no es recomendable ceñirte al modelo que te ofrece un profesor, ya que terminas siendo como él. Lo bueno es coger cosas de diferentes maestros, para definir un estilo propio». Para los principiantes, no es recomendable bailar con las piernas abiertas y hay que meter el ombligo. Pero «no es tan fácil como parece», matiza.