El campeón olímpico y cinco veces ganador del Gigante de la Copa del Mundo de Esquí, el italiano Alberto Tomba, se encuentra en Formentera. Un compatriota y amigo suyo le ha llamado para participar en un torneo de tenis.
«Mi amigo quería participar en la disciplina de dobles, le faltaba pareja y me llamó a mí». Tomba, que a sus 34 años conserva el físico privilegiado que le condujo en su día a ganarse la fama de mujeriego, aseguró antes de comenzar el partido: «Vamos a ganar, vamos a ganar», con esa fiereza y convicción que le supusieron el apelativo de 'La bomba'. Inmediatamente después se lo pensó y rebajó su anuncio con un «al menos lo intentaremos, ya que hace diez años que no cojo una raqueta y ya veremos lo que sucede».
Alberto Tomba aseguró que Formentera le parece un paraíso y reconoció que en estas fechas se encontraba casi como en Italia, dada la cantidad de compatriotas suyos que eligen las Pitiüses como destino vacacional. Para él esto significa que no pase desapercibido, pero lo encaja encogiendo los hombros a modo de resignación. Tomba afirmó que España es un país que le gusta mucho y rememoró que en los mundiales de Sierra Nevada por fin se coronó campeón en el slalom especial, su disciplina preferida. 'La bomba', como se le conocía en el mundo del esquí alpino, se ganó dicho apodo por su forma agresiva de esquiar, que en más de una ocasión le llevó fuera de la pista. Además, su carácter fuera de las pistas era y sigue siendo explosivo, aspecto que él mismo reconoce: «Sí, tengo un carácter fuerte y eso no va a cambiar».