Representantes de los afectados por el proyecto de saneamiento de es Ca Marí se reunieron ayer con el alcalde de Formentera, Isidor Torres, los concejales de Infraestructuras, Medio Ambiente y Urbanismo, Pilar Serra y José Ramón Mateos, respectivamente. También acudieron a este encuentro un representante del grupo Insotel, Marcos Marí, y los arquitectos Javier Magriñá y Pablo Serra.
Al finalizar la reunión, los miembros del equipo de gobierno no quisieron hacer declaraciones, pero todo apunta a que existen grandes discrepancias entre lo que quiere hacer el Ibasan y lo que se considera necesario para los particulares y empresarios de la zona. Uno de los asistentes a la reunión aseguró que «el problema del saneamiento de es Ca Marí reside en que el Ibasan quiere hacer las cosas a su manera y no tiene en cuenta que afecta a particulares y empresarios de la zona».
Para algunos, «el Ibasan quiere tirar recto, campo a través, sin tener en cuenta ni la carretera ni los viales ni las propiedades de la zona, como si en Ca Marí no hubiera nadie». Para los afectados, esta situación carece de sentido y abogan «por reconducir el trazado por el que ha de ir la línea de saneamiento de la zona». Otra de las cuestiones que se abordó, que será objeto de nuevas propuestas, es el de la situación de la estación de bombeo de aguas residuales que, en principio, se quería instalar en las inmediaciones del principal establecimiento hotelero de la zona.
Los afectados quieren que el Ibasan y el Ayuntamiento reconsideren sus planteamientos iniciales con la intención de desplazar la estación de bombeo a una zona que no perjudique a los establecimientos ni al vecindario y, en todo caso, que se proyecte una subestación de bombeo hacia la principal de tal modo que el mayor flujo de aguas residuales que generan los hoteles sea enviada rápidamente al centro principal sin provocar molestias de olores.