Tal día como ayer las playas de la Isla se inundaron de gente y más gente en busca de sol y diversión, un hecho que propició aglomeraciones bastante significativas en todas las zonas costeras. Sin duda, el 15 de agosto es una fecha emblemática del verano mallorquín, puesto que ese día se sitúa el punto álgido de la escala de asistencia masiva a las playas. Es el momento culminante del período estival. Aunque los profesionales de la arena coincidieron en reconocer que este año, «las aglomeraciones han sido inferiores a las vividas en las pasadas temporadas». Además, y a pesar de que tradicionalmente es a partir de la primera quincena de este mes cuando empieza a descender el número de visitantes, admiten que todavía «hay verano para largo».
La festividad de la Virgen de Agosto congregó a un gran número de mallorquines y turistas de todos los lugares del mundo en las distintas playas que ofrece la geografía insular. Toalla en mano y con un arraigado sentimiento de desahogo y diversión en el corazón, los domingueros del miércoles decidieron abrirse paso por las saturadas carreteras para descubrir lugares paradisíacos. Arena blanca, agua cristalina y un sol de justicia fueron los ingredientes exigidos por los playeros durante este día.
Una de las playas más emblemáticas de Mallorca, es Trenc, acogió en su aparcamiento a más de 900 automóviles durante toda la jornada de ayer. El elevado precio que había que pagar por estacionar, 700 pesetas para los coches y 300 para las motos, y la desfachatez y mala educación del ticketero no frenaron en absoluto la entrada masiva de visitantes. Mucha gente sí, pero no demasiada para ser 15 de agosto. Las familias Blay, Villalba y Ramírez, residentes en la Isla, coinciden en catalogar la jornada de «caótica», sobre todo por el tráfico que presentaban algunas carreteras como la de Llucmajor, pero «esto también sucede un domingo cualquiera, no es nada extraordinario».
La Colònia de Sant Jordi es otro de los enclaves más visitados. Son muchas las playas que se ubican alrededor de esta zona; pequeñas calas que se llenan enseguida de turistas. María del Mar, camarera de chiringuito, asegura que esta temporada «está siendo más baja de lo habitual, pero que igualmente hasta mediados de septiembre estas playas presentan un aspecto saturado de gente».