Los dos grupos municipales de la oposición, Democràcia Pitiusa y Pacte Progresista, coinciden en que los tres millones presupuestados por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Sant Antoni para acondicionar el retén de la Policía Local son sólo un parche que no servirán para acometer una mejora integral de esa «comisaría mejicana», según la descripción que el Pacte hace de ese edificio. También están de acuerdo en otra cuestión fundamental: sería necesario construir otras dependencias nuevas y que éstas estuvieran enclavadas dentro del pueblo.
El edil progresista Julián Calderón recordó que dentro del programa electoral del Pacte se incluía, precisamente, trasladar el retén a un lugar «más cómodo» para los habitantes y turistas del pueblo. En la actualidad está enclavado en las afueras: «No es lógico que para presentar una denuncia tengas que coger el coche o llamar a un taxi», indica Calderón. A su juicio, el retén debería estar dentro del pueblo, «al alcance de todos».
José Torres, concejal de Democràcia Pitiusa, también es partidario de situar esas dependencias dentro de la urbe: «Está lejos, a un kilómetro de donde vive la gente. De lejos que está, el 90 por ciento del pueblo no sabe dónde debe ir para presentar una denuncia». Según Torres, se ha llegado a esta situación por la «dejadez» del equipo de Gobierno, del Partido Popular. También cree que los millones presupuestados para acondicionar el local de la Policía Local «sólo servirán para parchear, no para que el recinto quede en buenas condiciones».