Desde el pasado mes de julio un grupo de 10 mujeres pertenecientes a las listas del Inem se ha sumido en la tarea de restauración de restos arqueológicos de la Eivissa antigua. Todas las alumnas de este cursillo se mostraron encantadas con lo que están aprendiendo y siguen atentamente las indicaciones que les da la restauradora, Àngela Morilo.
Todos los restos que están arreglando son piezas del Ayuntamiento, el cual ha promovido, junto con el Inem, este taller para desempleados. «Además de aprender y estudiar esta técnica se está haciendo un trabajo para el Ayuntamiento», comentó Àngela Morilo. «Lo que se trabaja en el taller son restos del Hospital Viejo encontrados en el año 96 y 97, y también restos de las excavaciones del 99», añadió.
El método que se sigue para restaurar estas piezas comienza con una limpieza de cada una de ellas. A continuación, se clasifican los trozos numerándolos sobre una banda de laca de uñas para que no se borre. Una vez ordenados, se procede a unirlos. Esta labor se hace primero con un pegamento especial y después se refuerza con cinta adhesiva. Una vez que la pieza está seca, se le somete a un baño en agua destilada para dejarla como nueva. Los materiales que utilizan en el taller son restos de cerámica, madera, metal y materiales mixtos.
La labor de este cursillo no se limita a la restauración dentro del taller. También realizan actividades al aire libre, restaurando monumentos de la ciudad. El primer trabajo de estas características fue la limpieza de la famosa y venerada estatua de Guillem de Montgrí, situada en el mirador del Ayuntamiento, la cual estaba cubierta de pintadas que las alumnas, con mucha paciencia, se encargaron de limpiar con unos micros especiales y un líquido.