La variante de Santa Eulària no estará lista en septiembre, como en un principio vaticinaron los responsables del Consistorio, sino a finales del año. Las obras arrastran casi cuatro meses de retraso, según anunció ayer el teniente de alcalde, Vicente Riera, que explicó que el asfaltado de la vía es inminente y que el resto de los trabajos (construcción de aceras, cableados, cañerías) va «bastante adelantado», pese a lo cual los usuarios tendrán que seguir atravesando la villa para llegar a Sant Carles o es Canar.
Además, el Consistorio propondrá una serie de variantes a las obras actuales para que «la carretera no sea algo inconexo con el resto del pueblo». Entre esas modificaciones figuran una serie de rotondas y unas mejoras en las intersecciones. Por su parte, el alcalde, Vicent Guasch, señaló durante el pleno ordinario que se celebró ayer que ha encargado a la Policía Local la elaboración de un estudio que determine qué modificaciones se deben hacer en el pueblo para que el tráfico sea más fluido en cuanto entre en funcionamiento la variante, ya que trastocará la configuración actual. «Hay que reorganizarlo todo», explicó el edil, que añadió que se deberá cambiar buena parte de las señales.
Los votos del PP sirvieron ayer para rechazar una propuesta de la concejala Estela Bence destinada a, precisamente, mejorar la circulación: que el Ayuntamiento se sumase al día europeo sin automóviles. El grupo popular estaba al principio de acuerdo en sumarse a esta iniciativa, aunque de manera simbólica; pero la insistencia de Bence en que la moción se aprobara tal como la presentó provocó el efecto contrario: cansados de su discurso, el PP decidió dar marcha atrás.