Demasiadas firmas que protestan por la situación que ha padecido el pueblo durante la temporada. Las 6.462 rúbricas de vecinos que claman por que el equipo de Gobierno haga cumplir las ordenanzas municipales y ponga orden al desenfreno son suficientes, a juicio de la oposición, para que el alcalde, Antoni Marí Tur, presentara inmediatamente la dimisión.
El portavoz del Pacte Progressista, Joan Marí Serra, considera que «sería elegante que el alcalde abandonara», sin forzar a los grupos municipales de la oposición a «echarlo» de su cargo. Se ha llegado, según asegura el edil progresista, a una «situación extrema» que, aparentemente, «no tiene salida» porque el equipo de Gobierno «no puede solucionar aquello que ha ocasionado». «El alcalde no tiene el apoyo de la gente, debería darse cuenta», añadió, al tiempo que se lamentó de que a principios de año Pacte y Democràcia Pitiusa (DP) no se entendieran: «Es una pena que no supiéramos ponernos de acuerdo. No obstante, estamos dispuestos a asumir nuestra responsabilidad». «Al alcalde se le ha terminado ya la demagogia», cree Marí Serra: «Con su forma de ser y de torear a la gente, conseguía pasar de los problemas año tras año. Eso se ha acabado. La gente se ha revelado».
El portavoz de DP, Vicent Marí Prats, también fue contundente una vez conoció el número de firmas que avalan a las ocho asociaciones de vecinos y empresarios de Sant Antoni: «Si yo fuera alcalde y recogiesen todas esas firmas, ya habría dimitido», indicó. Se trata, según Marí Prats, de una cantidad «espantosa» que demuestra el desencanto de los habitantes del pueblo por la política que está llevando a cabo el equipo de Gobierno.