El conseller para Formentera, Santi Ferrer y el concejal de urbanismo y responsable de residuos del Consistorio, José Ramón Mateos, presentaron ayer el estudio realizado por el Consell sobre vertederos ilegales que revela que hay 19 con una superficie de casi 32.000 m2 y que acumulan más de 50.000 m3 de residuos. Ferrer aseguró que el estudio no pretende multar o reprimir la situación o a los culpables de los hechos, sino «dar soluciones al problema y devolver los lugares a su situación anterior». Para el conseller se trata de «evitar males mayores, atentados contra el paisaje y contra las fuentes de agua subterránea ya que los lixiviados que pueden producir estos vertederos contaminan la tierra y las aguas».
A partir de ahora «el Ayuntamiento podrá notificar a los propietarios de los terrenos la necesidad de que retiren escombros o vertidos llevándolos al vertedero de Es Cap de Barbaria», señaló Ferrer. Tratándose en su mayoría de escombros procedentes de obras mayores, Ferrer indicó que su gestión no es competencia municipal y que en caso de que los propietarios de los terrenos no respondan a la demanda del Consistorio «será el Govern quien intervendrá».
El concejal responsable de residuos, José Ramón Mateos, insistió en que la voluntad primera no es sancionadora sino la de ir recuperando dichos espacios. En el supuesto de que «los propietarios no se atengan a la notificación -dijo Mateos-, el Ayuntamiento procederá a la retirada de los escombros y posteriormente se les pasará la factura por los trabajos realizados». En el caso de que no se encuentre al propietario del terreno, el Consistorio limpiará el solar y guardará la factura para el caso de que aparezca el dueño. Por otra parte Mateos avanzó que el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de colocar contenedores para escombros procedentes de la construcción, pero todo ello dependerá del Plan de Residuos, en redacción.