El conseller y diputado de Els Verds Joan Buades aseguró ayer que no cederá en materia de carreteras mientras no se pongan por escrito y se firmen las contrapartidas que, en principio, ya se habían logrado acordar con el Pacte Progressista. Buades dice que su formación «no se fía» de la izquierda y que en los últimos meses ha aprendido lo suficiente como para exigir que las cosas se hagan con «seriedad» y queden plasmadas en un documento. Y si esa es la condición de Buades, el vicepresidente del Consell, Vicent Tur, da por hecho que no se cerrará ningún acuerdo que permita repescar a las Pitiüses, actualmente fuera del proceso de transferencias en materia de carreteras.
Hasta el momento no se conocían los términos concretos del acuerdo entre progresistas y ecologistas, pero ayer se desvelaron. A cambio de que Buades votara a favor del traspaso de la nueva competencia, el equipo de gobierno del Consell se comprometía a dedicar más dinero a bienestar social en los próximos dos presupuestos y a construir dos nuevas infraestructuras. De esta manera se satisfacía la reclamación 'verde' de dedicar más esfuerzos a bienestar social. El dinero necesario para ello se sacaría de otras conselleries, probablemente de Medi Ambient y, para compensar, el Govern balear establecería partidas para comprar suelo forestal y haría inversiones extras en materia medioambiental.
Buades asegura que no ha conseguido, ni siquiera, que la presidenta del Consell se decidiera a firmar este documento, pero el problema principal es el compromiso del Govern. Se considera poco probable que el Ejecutivo esté dispuesto a firmar un documento de estas características y mucho menos a que lo firme el presidente Francesc Antich o algún conseller.