La discriminación y agravios comparativos que sufren las Pitiüses y el conjunto de Balears ha tocado techo. Al menos esta es la impresión que se desprende de los discursos que pronunciaron ayer, durante la cena anual de la Pimeef, el vicepresidente del Govern, Pere Sampol; la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, y el presidente de Pime Balears, Antoni Marqués, marcados por las quejas y las críticas al trato que reciben las Islas en temas clave como inversión en infraestructuras, transporte aéreo, seguridad ciudadana y respeto a la autonomía de los consells y del Govern.
Por reciente y por su impacto, la supresión de vuelos de conexión de las Islas con la península, la no declaración de interés público de los vuelos con la península e interislas y el aumento de las tasas aeroportuarias de un 10 por ciento centraron buena parte de los discursos.
«Viajar es un lujo», criticó Marqués, que calificó de «anacrónica y discriminatoria» la negativa de declarar los vuelos de interés público. Por su parte, Pere Sampol señaló que la reciente supresión de vuelos «no hace más que cargar de argumentos a quienes defendemos que los vuelos interinsulares y con la peninsular sean de interés general».
Todos estos problemas de transporte repercuten de forma negativa no sólo en la calidad de vida del ciudadano sino en la economía de las Islas, extremo que ratificó Pilar Costa afirmando que es paradójico que «el Gobierno pida objetivos de desestacionalización y diversificación al empresario» y, por otro lado, coarte su actividad con «trabas al transporte» y el recurso a la Ley de Comerç. Con respecto al clima de inseguridad que han generado los atentados del 11 de septiembre y la guerra en Afganistán, tanto Sampol como Costa y Marqués manifestaron que harán todo el trabajo que esté en su mano, incluidas campañas específicas para tratar de lanzar mensajes de tranquilidad y confianza al potencial turista y minimizar los efectos de la crisis.