U na misa sirvió para inaugurar los actos encuadrados en el homenaje que Sant Carles de Peralta ofreció ayer a sus mayores. La ceremonia estuvo marcada sin embargo por la festividad del día, la de Todos los Santos, y por la lluvia, que por momentos hizo presagiar un traslado de los actos para una jornada en la que el tiempo fuera más benévolo. Finalmente, la carpa municipal instalada junto a la iglesia albergó los actos previstos sin que el agua fuera una amenaza.
El homenaje lo recibieron 82 mayores de 80 años. Al terminar la misa solemne, cerca del mediodía, la lluvia había cesado en intensidad. Por ello el éxodo desde la iglesia hasta la carpa municipal fue menos complicado de lo imaginado. Cuando los mayores se sentaron y el público asistente dio el beneplácito con su presencia, los actos comenzaron. Los escolares del CP Santa Carles ofrecieron un baile internacional engalanados con bandas con el nombre y la bandera de países de todo el mundo. Inmediatamente después, y sin tiempo para la pausa, la colla de la localidad presentó un número de ball pagès. Por último, en grupo folklórico de Blanca (Murcia) demostró el baile típico de su región.
Mientras desfilaban por el escenario los animadores, el grupo de mayores homenajeados fue disfrutando de refrescos, moscatel artesanal y orelletes. Por último, el alcalde, Vicent Guasch, comenzó la entrega de lotes para los protagonistas de la jornada gentileza de «Sa Nostra». Galletas, ensaimadas y moscatel completaron desde ayer las despensas de los que mejor conocen cómo ha evolucionado Sant Carles en las últimas décadas.