El Ayuntamiento de Sant Antoni recurrirá ante la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia la sentencia que declara nula la licencia que otorgó a Baloo Music S. A. para la construcción de una vivienda unifamiliar, un gimnasio y un estudio de grabación en la finca rústica de Can Guillem, en Santa Agnès. Asimismo, obliga a la Corporación a demoler la obra. El alcalde, Antoni Marí Tur, señaló ayer que «naturalmente» presentará un recurso de apelación, al considerar que actuó correctamente y, sobre todo, ateniéndose a los informes favorables que dictaron técnicos y juristas del Consell y del Consistorio.
«Yo ya no sé dónde pedir más informes -exclamó el alcalde-: No sé, quizás porque la casa estaba en la cumbre tendría que haber pedido un informe a Dios». Marí indicó que toda la documentación presentada sobre ese expediente estaba «clara», lo cual, alega, demuestra que el Ayuntamiento «no ha querido esconder nada». El alcalde se considera víctima del infortunio y recordó que no es el único caso existente en las Pitiüses de una construcción situada en lo alto de una cima: «Si esto nos ocurre con una casa, no sé qué pasará en otros sitios, porque cimas de montañas hay muchas en toda la isla. ¡También tenemos mala suerte, nosotros!».
La vivienda en cuestión es la del músico Michael Cretú, propietario de Baloo Music y conocido discográficamente por sus trabajos bajo el nombre de Enigma. Está situada en la cota 227, justo en la cumbre de una colina, un lugar donde según se refleja en la sentencia no se podía construir, aun teniendo el visto bueno de la entonces asesora jurídica de la Comisión Insular de Urbanismo, Marienna Sánchez-Jáuregui, ahora directora insular de la Administración General del Estado. La Ley de Espacios Naturales impedía la construcción en ese lugar por su especial ubicación, se recalca en la sentencia. Para la juez Carmen Frígola tuvo especial importancia la prueba pericial topográfica, ya que fue «de una rotundidad aplastante e indiscutible».
Por otra parte, Jaime Roig, abogado de Baloo Music, anunció ayer que se adherirá «como codemandados» al recurso de apelación que presente el Consistorio.
Roig señaló que no comparte los fundamentos jurídicos de la sentencia por «adolecer de ciertos errores en la determinación de los hechos». A su juicio, «cuando se trata de algo tan significativo como este caso, los detalles eventuales son muy importantes». El abogado insistió en que Baloo Music «ha cumplido con cada una de las indicaciones que se hizo durante la tramitación por parte de la Administración».
También sugirió que si se confirmase la sentencia estudiarían otro tipo de acciones: «Como administrados tenemos derecho a confiar en que la Administración nos dice la verdad». En caso de que Baloo Music apostara por reclamar al Ayuntamiento o al Consell (por los informes preceptivos que dio la CIU) las indemnizaciones que podría pedir serían multimillonarias.