El jefe de la Demarcación de Costas de Balears, Fernando Garrido, aseguró ayer que antes del próximo mes de mayo estarán reparados los daños en infraestructuras y los destrozos medioambientales recuperables causados por el temporal «sin precedentes» que asoló las islas entre los pasados días 10 y 16.
Garrido recordó que el Ministerio de Medio Ambiente se ha comprometido a destinar al menos 2.200 millones de pesetas a estas actuaciones e indicó que 400 de estos millones ya están disponibles y se ha iniciado la contratación de las primeras obras. El responsable de la gestión de la franja marítimo terrestre de dominio público en el archipiélago hizo hincapié en que «el temporal que hemos vivido ha sido el más duro del que se tiene constancia». Garrido indicó que la persistencia de un temporal de tanta intensidad supuso para las infraestructuras daños en paseos marítimos, accesos a playas, diques de defensa, muros de encauzamiento de torrentes y obras de estabilización de taludes, tanto acabadas como en curso.
En cuanto a elementos medioambientales, la Demarcación de Costas ha catalogado pérdidas de arena en diferentes playas, arena que en algunos casos ha sido desplazada a dunas, en otros ha quedado sumergida en aguas someras y en algunos ha ido a parar a las praderas de posidonia, lo que hará imposible su extracción. El jefe balear de Costas recalcó que la restauración de playas y dunas se llevará a cabo estudiando cada caso para determinar si puede emplearse arena desplazada a las proximidades o se debe recurrir a arena extraída y trasladada desde otras zonas, pero precisó que en ningún caso se hará con la que ha pasado a formar parte del sustrato de las praderas de posidonia.