La Conselleria de Turisme del Govern balear que encabeza el socialista Celestí Alomar está dispuesta a descentralizar el Institut Balear del Turisme (Ibatur) creando un organismo que asuma sus competencias en cada una de las islas. La propuesta ya ha sido transmitida por el propio Alomar a los responsables de turismo de cada uno de los consells insulars que, a priori, no van a poner pegas a que se lleve a cabo la descentralización de esta entidad.
El objetivo de la iniciativa es permitir que sea un Ibatur propio de cada isla el que decida sobre los aspectos fundamentales de la promoción, excepto en lo relacionado con la promoción externa del archipiélago, que seguiría siendo competencia de la Conselleria balear. Al parecer, la intención de Turisme es crear un nuevo logotipo para la marca Illes Balears. Dicho logotipo también tendría sus correspondientes variaciones para que sirviera para la promoción específica de cada una de las islas.
El conseller de Turisme del Consell Insular, Josep Marí Ribas, confirmó ayer que Alomar le había dado a conocer sus intenciones hace aproximadamente dos semanas. «Sólo conocemos el enunciado y estamos un poco a la espera de ver cómo se traduciría esto a la práctica. De momento, a nosotros nos parece que suena bien porque está en la línea de lo que reclamamos, que es poder participar activamente en el diseño de la promoción», señaló el conseller. Sin embargo, para Marí Ribas es importante saber si el Ibatur de cada isla será un órgano estrictamente dependiente del Govern, si sus nombramientos se harán sin tener en cuenta las opiniones del Consell o cuáles serán sus funciones. «Yo supongo que todo se hará en franca colaboración con los consells. Es decir, si esta propuesta viene a acercar nuestras posiciones, estaremos absolutamente de acuerdo con ella», manifestó el conseller, que opina que esta idea puede ser un paso importante en la materia.
Todavía no se han fijado plazos estrictos para esta iniciativa, pero todo apunta a que el objetivo es llevarla a cabo esta misma legislatura. «Tal y como yo lo entendí en la charla con el conseller -explica Marí Ribas- me pareció que era una cosa bastante inminente, aunque no sé qué proceso deberá seguir jurídicamente».