La sede social de Cruz Roja acogió ayer por la mañana el tradicional encuentro anual que sirve para celebrar su festividad, que coincide con el día de la Inmaculada, y para reconocer la tarea de los voluntarios que despliegan su ayuda en las Pitiüses así como de las organizaciones colaboradoras. El presidente de la agrupación en Eivissa, José Colomar, entregó 10 placas conmemorativas.
Al acto asistieron, entre otros, la directora insular de la Administración del Estado, Marienna Sánchez-Jáuregui y la concejal de fiestas del Ayuntamiento, Sandra Mayans. La primera dedicó un pequeño discurso a los asistentes en el que destacó: «La magnífica labor que realizáis de manera altruista de la que a veces los ciudadanos de a pie no somos conscientes, por eso es importante que este día se convierta en un pretexto para recibir el apoyo de todos. Seguid así». Por su parte, José Colomar señaló: «Es un reconocimiento a la gente que trabaja por los demás, no sólo para los voluntarios, sino que también para los organismos oficiales».
Al respecto de la situación en la que queda Cruz Roja después de la desaparición de la figura del objetor, su presidente apuntó que «sería muy duro tener que recortar las prestaciones contra nuestra voluntad por falta de medios, por ello hace falta reivindicar más ayudas en este sentido». El acto finalizó con un aperitivo que sirvió para saborear el reconocimiento. Cruz Roja registró un aumento en su presupuesto de un 33 por ciento (44 millones) respecto a 2000.