El primer Congrés de Participació Social i Voluntariat de Balears concluyó ayer con las últimas ponencias y la elaboración de unas conclusiones en las que los 400 asistentes, pertenecientes a más de 200 asociaciones, destacan la necesidad de «impulsar proyectos que favorezcan la participación de los ciudadanos para avanzar hacia la democracia participativa». Los grupos de trabajo han considerado que el evento ha servido para «reforzar el movimiento asociativo», circunstancia que permitirá aumentar la participación de las asociaciones en los fórums de debate.
Magdalena Moreno, como representante de las asociaciones mallorquinas, explicó que las once conclusiones acordadas por unanimidad son, por su idealismo, como una «carta a los reyes magos». Admitió que su contenido puede parecer, en principio, utópico: «Pero no hay que ser pesimistas, hay que trabajar para conseguir participación social con mayúsculas», dijo.
En una rueda de prensa en la que estuvieron presentes la consellera de Medi Ambient, Margalida Rossello (aunque sólo durante unos minutos), la concejala de Eivissa Cristina Ferrer, el conseller d'Interior, Josep Maria Costa, y los representantes de las asociaciones de las tres islas, la consellera balear de Benestar Social, Fernanda Caro, señaló que el congreso ha servido, esencialmente, para mejorar la relación y conocimiento entre las asociaciones, y entre éstas y las instituciones. Para garantizar la continuidad de los trabajos se decidió crear una comisión permanente de seguimiento integrada por representantes de los grupos de discusión.