El presidente de Ambulancias Insulares, José García Ruiz, puede terminar sentado en un banquillo para comparecer ante un jurado enfrentándose a penas de prisión por un presunto delito de omisión del deber de socorro y otro de imprudencia con resultado de muerte. Ello sucedeá si prospera la solicitud presentada por la acusación particular en el caso del bebé fallecido en Eivissa por el retraso para trasladarlo en un avión y la supuesta falta de personal cualificado en el aparato.
La representación legal de la familia ha solicitado ahora que se incoe causa mediante la Ley del Jurado al sumar la acusación de un presunto delito de omisión del deber de socorro a los cargos de imprudencia con resultado de muerte que ya pedían, además de esta parte, el sindicato Comisiones Obreras y el Colegio de Enfermería. El cargo de omisión de deber de socorro sólo puede ser visto ante un jurado y no ante un tribunal ordinario, hecho que conlleva a la fuerza en Balears la celebración de juicio en Mallorca al carecerse en las otras islas de las condiciones necesarias para este sistema.
El caso, tras haberse realizado esta solicitud, está pendiente de lo que informe el fiscal, un paso más antes de que el juez sopese todos los argumentos y decida si existen indicios para que la causa pase o no a la Audiencia Provincial. Tras el informe del fiscal, sea cual sea, la decisión judicial que se adopte determinará la naturaleza de los escritos formales de acusación que se presenten, siempre y cuando se decida continuar adelante con el proceso. José García Ruiz, quien si va ante un jurado puede escuchar como le demandan hasta tres años de cárcel por los mencionados delitos, declaró ante el juez Torres en el juzgado número 1 de Eivissa el pasado mes de julio.
El máximo responsable de Ambulancias Illes Balears se exoneró de toda culpa al justificar el retraso por la gran cantidad de accidentes que se tuvieron que atender. Asimismo achacó al Insalud la falta de enfermeros en el avión ambulancia, hecho por el que se personó en la causa el Colegio de Enfermería. La víctima, una niña recién nacida en Can Misses con problemas respiratorios, pereció el 7 de abril tras llegar con un retraso de cerca de doce horas a Barcelona, lugar donde debía ser tratada.