La consellera de Benestar Social del Consell Insular, Sofía Hernánz, estudia qué proyectos de su departamento se pueden «salvar» al no aprobarse las cuentas de 2002, dado el estado en el que se encuentran las negociaciones con el grupo mixto. La consellera confía en que se aprueben las cuentas de 2002: «Trabajamos para tenerlo todo a punto y buscar alternativas para ver qué cosas se pueden salvar, pero todas las inversiones sociales corren peligro».
En el caso del centro para afectados de alzheimer con 20 plazas, la intención del Consell era alquilar un local, «pero al no tener los presupuestos se buscan otras opciones», comentó la consellera. «Nuestra intención es que fuera un año importante desde el punto de vista de las inversiones en servicios sociales», añadió. «Desde 1999 hasta ahora se han mejorado servicios que ya existían y ahora se pretendía poner en marcha nuevos servicios, pero la no aprobación de los presupuestos supone un handicap muy importante que si sigue así se va a intentar ver cómo se puede salvar la situación», explicó Sofía Hernanz.
Respecto a la fórmula de llevar al pleno cada proyecto para lograr su aprobación si se prorrogan las cuentas del Consell Insular, la responsable del departamento de asuntos sociales destacó que este sistema acarreará muchas dificultades, ya que «todo se ralentiza mucho, es complejo y por eso el sistema está montado así».
Para la consellera este era un año «especialmente importante» por las transferencias de bienestar social y la puesta en marcha de proyectos del Pacte, ya que hasta ahora sólo se han producido mejoras en los servicios que ya existían. Entre las actuaciones previstas por Benestar Social figura la puesta en marcha de la residencia asistida de Santa Eulària, el proyecto del centro de día para mayores de Formentera, el centro de rehabilitación para enfermos mentales y el mencionado para afectados de la enfermedad de alzheimer.