La isla de Eivissa contará en breve con la segunda torre fija para vigilancia contra incendios forestales, un proyecto que ya lleva un año de retraso y que visto como se han acelerado los trámites podría estar listo este mismo ejercicio. La instalación tendrá seis metros de altura y se ubicará en sa Talaia de Sant Joan, a 362 metros de altitud, desde donde se divisa buena parte de la importante masa forestal de ese municipio.
La Conselleria balear de Medi Ambient tramita estos días la declaración de interés general de esa instalación, que se ubicará en suelo rústico y en lo alto de una montaña, junto a una serie de antenas de comunicaciones y rodeada de un bosque donde el árbol predominante es la sabina. La torre tendrá una cabina de 2'5 metros de altura y cinco metros cuadrados de superficie. Dentro podrá albergar un vigilante forestal y será dotada de una mesa, una silla, una taquilla baja y un extintor.
Por fuera se pintará de color verde oscuro (para que el impacto visual sea mínimo) y se colocará un pararrayos, paneles fotovoltaicos y un aparato de radio. Todo ello con un coste de 50.398 euros (8.385.568 pesetas). Desde la Conselleria de Medi Ambient se ha puesto especial énfasis en desarrollar este proyecto tras haber comprobado que el 30 por ciento de los incendios que se producen en Balears son descubiertos gracias a las torres de vigilancia.
En las cuatro islas hay 26 puestos de observación: 18 en Mallorca, dos en Menorca y seis en Eivissa. De estos últimos, dos son refugios de madera (Sant Vicent y Sant Joan) y uno es una torre fija (Camp Vells, en Sant Antoni). Los demás puestos se encuentran en Sant Llorenç, Sant Josep y Corb Marí (Sant Josep).
Para la instalación de la torre de vigilancia se deberá proceder a la tala y limpieza de la cima de sa Talaia, donde se tendrá que abrir un pequeño camino de acceso. Una grúa y un pequeño camión se encargarán de trasladar el material y de sacar los restos que se originen en la obra. Precisamente, el Consell pitiuso ha hecho una sola observación a este proyecto: que se limpie y acondicione el lugar convenientemente una vez concluyan los trabajos.