La presión en el servicio de Urgencias del hospital Can Misses de Eivissa ha crecido un 26'3 por ciento en el periodo comprendido desde 1998 hasta 2001. «Esto es una barbaridad», opinó el coordinador del servicio, el doctor Francisco Muelas, ya que han pasado a atender 38.000 casos a 48.000 en los últimos años. El facultativo reconoció que cada vez aumenta más la presión en el servicio de urgencias.
Los efectos de este aumento de la atención ya han tenido sus primeras consecuencias y es que el servicio, cuya remodelación acabó en 1999, «se ha quedado pequeño», asegura Muela. De este modo, los médicos se ven obligados a utilizar salas que antes eran de espera y ahora se han reconvertido en áreas de tratamiento ambulante. «Las salas están siempre ocupadas. Los boxes están llenos, y las de exploración, desbordadas», relató el coordinador.
La Gerencia del Àrea de Salud de Eivissa y Formentera ha contratado a dos médicos más con lo que han pasado a ser un equipo de ocho facultativos en Urgencias desde hace poco menos de un mes. Además, se contempla que aumenten más profesionales. Este incremento de la presión ha determinado que haya que aumentar el número de médicos que trabajen por turno lo que obliga a recurrir a refuerzos para los fines de semana. Muela, sin embargo, reconoce que esta «no es la forma ideal de aumentar el personal sino que ha de ser lo más estable posible y evitando los contratos basura que abundan extraordinariamente en el mundo médico». «Los refuerzos son el arquetipo de los contratos basura», reflexiona el coordinador del servicio.