Tal y como se había anunciado y con el objetivo de cumplir los plazos de fin de obra que exige la Unión Europea para garantizar la subvención del 85 por ciento en el presupuesto del dique de Botafoc, las obras no pararán en verano. Consciente de las posibles molestias que este hecho puede suponer a los empresarios y residente en la zona, el presidente de la Autoritat Portuària, Francesc Triay, se comprometió ayer a poner en marcha todas las medidas posibles para minimizarlas.
El plan para reducir el impacto negativo de las obras en verano consiste en terminar la construcción del muelle de embarcaciones de excursiones, situado en el inicio del vial de acceso, en el mes de mayo; en pavimentar con un firme provisional el acceso al nuevo vial de acceso y regar la zona con agua varias veces al día para evitar en lo posible que se levante polvo durante el paso de camiones con material de relleno de los cajones y, por último, alejar de la zona urbana la planta de hormigón donde se construirán unos bloques que harán de escollera para el dique. Estas instalaciones se colocarán cerca del faro de Botafoc.
Por otra parte, la llegada por mar de los cajones que conformarán la estructura del dique, prevista para esta semana, se retrasa hasta el 15 de mayo dado que ha habido un cambio en el plan de obra que «no afectará a los plazos de remate» del espigón, según Francesc Triay, que aseguró que estará listo en el mes de julio. Los cuatro cajones más pequeños ya se han construido y permanecen en el puerto de Valencia a la espera de que se realice el primero de los de gran tamaño y que sea trasladado a Eivissa. Si todo va sobre lo previsto, la obra completa del dique de Botafoc debería estar completa hacia el 31 de diciembre de este año. Otra obra, relacionada directamente con la del dique es la de canalizaciones de combustible desde el espigón y por tuberías hasta las centrales de Gesa, Repsol y CLH, un proyecto que se encuentra en trámite.