Los ayuntamientos de las Pitiusës ya se plantean la posibilidad de reducir los efectivos para velar por la seguridad en las playas debido al incremento de precios de Cruz Roja. El Consell Insular confirmó ayer que finalmente sólo ofrecerá una partida de 30.000 euros (5 millones de pesetas) para hacer frente a la subida de los costes del servicio y Cruz Roja mantiene prácticamente su propuesta inicial intacta. El presupuesto para poner en marcha el servicio de seguridad en las playas de las Pitiüses se ha disparado esta temporada un 40 por ciento por encima del año pasado. La asociación no gubernamental ha visto reducidos sus ingresos económicos debido, entre otras cosas, a que ya no cuenta con la colaboración de objetores de conciencia.
Los costes han pasado en un año de 212.000 euros (35'2 millones de pesetas) a 344.380 euros (57'3 millones de pesetas). Asimismo, Cruz Roja comunicó por teléfono a los representantes de los ayuntamientos reunidos ayer en la sede del Consell Insular (Sant Josep, Formentera, Sant Antoni y Eivissa) que el precio de las lanchas (3.000 euros hasta ahora) sólo podrá bajarlo hasta 1.200 euros. Los ayuntamientos, tras la reunión celebrada la semana pasada, esperaban que Cruz Roja no cobrase nada este año por este servicio, que esta temporada ascenderá (si se mantiene el precio de 1.200 euros) a 12.000 euros (2 millones de pesetas).
Las corporaciones locales dicen que la cantidad que aporta el Consell Insular es insuficiente y consideran «difícilmente asumible» el aumento del coste de los equipos de salvamento, porque ya han cerrado los presupuestos para el 2002 y no contaban con este incremento de precios. Todo ello hace que los ayuntamientos por primera vez se planteen la posibilidad de rebajar los efectivos. Es el caso del Ayuntamiento de Eivissa. El concejal de Turismo, Maurici Cuesta, advierte de que a lo mejor esta temporada la ciudad no podrá contar con los siete socorristas y las dos lanchas que tenía el verano pasado.
«El Ayuntamiento de Sant Josep está de acuerdo con la posibilidad de que los dos municipios compartamos, por ejemplo, una lancha», explica. Cuesta, sin embargo, aún confía en que Cruz Roja reconsidere su posición y rebaje los precios. Por su parte, el concejal de medio ambiente de Sant Antoni, José Ramón Serra, asegura que su municipio «no puede disminuir la vigilancia en las playas», por lo que el Ayuntamiento «intentará por todos los medios seguir contando con dos socorristas, un vigilante de torre y una lancha».