Dos inspectores de la Conselleria de Turisme precintaron ayer los apartamentos Tropical Garden, un establecimiento situado en la calle Ramón Muntaner de Eivissa, por incumplimiento de la normativa turística.
El precinto se realizó de manera pacífica y pasó prácticamente inadvertido por los turistas que continuaron disfrutando de la piscina y del resto de las instalaciones. El precinto se colocó en una escalera de los apartamentos y en la puerta del ascensor. Los inspectores levantaron acta y el propietario de los apartamentos, Fernando Ferrer, no puso ningún impedimento a las actuaciones de la administración.
La decisión del cierre forzoso se adoptó en el pleno del Consell del pasado 28 de junio y se llegó a solicitar la colaboración de la fuerza pública para garantizar la seguridad, pero no fue necesario. No obstante, una patrulla de la Policía Local de Eivissa se personó ayer en los alojamientos, ante los posibles incidentes pero no hubo ningún problema.
Sin embargo, sí prosiguió la actividad en los apartamentos Tropical Garden. A media tarde, muchos de los turistas alojados en el hotel disfrutaban de un baño en la piscina pese a que, a escasos metros, estaban los precintos colocados horas antes por los inspectores.
Ante esta situación, el conseller de Turisme advirtió de que si hay actividad «se pondrá en manos del juzgado, igual que un precinto de una obra». El precinto se instaló porque no se cerró en su día, tal y como exigió la administración. La Conselleria insular de Turisme le impuso una sanción, fechada el 30 de marzo de 2000, de 30.050 euros y la obligación de que fuera clausurado.