Treinta y nueve empresas de las Pitiüses recibirán próximamente la visita de un inspector de trabajo que les informará de que la Conselleria balear de Treball ha decidido iniciar un expediente sancionador contra ellas por no haber reducido sus índices de siniestralidad durante el año 2001. Todas esas empresas ya recibieron el año pasado un toque de atención desde la Conselleria por haber superado en un 50 por ciento la media de los accidentes laborales en Balears durante el año 2000.
El conseller de Treball, Eberhard Grosske, ofreció ayer estos datos en una rueda de prensa celebrada en las oficinas del Instituto de Salut Laboral de les Illes Balears. Previamente se reunió con los representantes de 41 empresas que en 2001 estaban por encima del 30 por ciento de la media del índice de siniestralidad balear, a los que ofreció su «apoyo institucional» para reducir esas cifras: «Si no mejoran en este año, en 2003 serán objeto de las mismas medidas que se aplicarán a las 39 empresas reincidentes del año pasado», explicó Grosske.
Esas 80 empresas con elevados accidentes laborales «aglutinan el 35 por ciento de la siniestralidad total de las Pitiüses», datos que, según el conseller, «hacen imprescindible actuar sobre esa bolsa». También hay instituciones que están por encima de esa media del 30 por ciento, como el Consell y los ayuntamientos de Eivissa y Sant Antoni.
Grosske también destacó que gracias al impulso dado por su Conselleria se está reduciendo la siniestralidad en todo Balears y, sobre todo, en las Pitiüses. Así, Eivissa y Formentera han encabezado la bajada de la siniestralidad laboral (de un 17'12 por ciento), y se encuentran ya por debajo de la media balear, con 33'77 accidentes por cada mil trabajadores, frente a los 34'7 por cada mil en el conjunto insular. Ese descenso ha sido calificado por Grosske de «espectacular».