Adrià Collado se toma la vida con tranquilidad. Se le ve relajado y con ganas de disfrutar de una profesión que él considera un placer. Hoy vuelve a Barcelona, su ciudad natal, después de haber descansado unos días en Eivissa, un lugar que descubrió gracias al rodaje de 'El sueño de Ibiza'.
"¿Fue la vocación o la casualidad lo que te acercó a la interpretación?
"Siempre digo que fue medio casualidad, pero también creo que a veces las casualidades no existen tanto. Toda la vida había sido espectador de cine y de teatro y tenía el gusanillo dentro; pero soy, o era, muy pudoroso y me daba mucho pavor el subir a un escenario. Pero poco a poco, aunque también estudié una carrera, historia, empecé a hacer mis pinitos en anuncios de televisión y me apunté a una escuela de teatro.
"¿Y estás satisfecho con el camino recorrido?
"Estoy siguiendo una línea de ir poquito a poco pero sin pausa. Este año pasado me ha ido bastante bien, he hecho tres protagonistas. Más o menos voy currando y estoy contento; no soy ni un actor mediático ni el gran boom del panorama, pero voy trabajando y eso ya es mucho en esta profesión. Estoy encantado, ojalá todos los años fueran así.
"¿Mides mucho tus trabajos, o más bien crees que hay que hacer un poco de todo?
"Yo he dicho que no a algunas cosas, lo que pasa es que con la experiencia que tengo me he dado cuenta de que no se puede saber; de repente hay un guión que parece que no está muy bien y luego el director tiene una visión muy particular y sale una película muy bonita. De todas formas ahora estoy un poco más por el cine. He hecho teatro, pero supone un compromiso que te obliga a rechazar otras cosas, y lo mismo pasa con la televisión.
"¿Qué vas a hacer cuando te marches de la isla, empiezas algun rodaje o sigues de vacaciones?
"No tengo nada firmado. Hay un proyecto en Francia que tenía que empezar en agosto pero se ha retrasado. También hay una casa muy interesante en Madrid, pero es pronto.
"Hablemos de 'El sueño de Ibiza', ¿cuál era tu contacto con la isla antes y después del film?
"Antes mi relación era nula. En Formentera sí había estado varias veces, pero en Eivissa sólo de pasada, porque llegaba al puerto, veía toda esa marabunta y me daba mucha pereza. Tenía la imagen que se vende, de discotecas, y aunque eso me gusta en vacaciones busco otra cosa. Pero gracias a Igor Fioravanti descubrí Eivissa y es la tercera vez que vengo este año. Tiene algo, aunque me quedo con la Eivissa del norte, más salvaje .
"Tu personaje en 'Mensaka' se dejaba seducir muy fácilmente por la fama. ¿A ti podría ocurrirte?
"Yo no soy famoso y no me interesa. Si hubiera querido serlo hubiera aceptado protagonistas en series de televisión, porque así es como te haces famoso. De hecho me pone un poco nervioso que me miren por la calle, aunque tampoco me pasa mucho. El cine crea más distancia con el público, con la tele te metes en el comedor de su casa y cojen mucha más confianza. Como personaje público a veces eres criticable hagas lo que hagas, por eso lo que hay que hacer es pasar de todo y seguir con tu vida.