El Ayuntamiento de Formentera respira este verano tranquilo porque uno de los grandes quebraderos de cabeza durante la temporada estival era el abastecimiento de agua potable.
La entrada en funcionamiento de la nueva línea de desalación, con una capacidad de producción de 2.000 metros cúbicos de agua potable diaria, ha sido suficiente para afrontar el verano con tranquilidad. Desde finales de junio la planta desaladora de es Ca Marí puede producir, al máximo de sus posibilidades hasta 4.000 metros cúbicos diarios, pero hasta el momento sólo ha estado funcionando la nueva línea que es, por el momento suficiente, para abastecer a toda la isla.
Aunque los consumos superan prácticamente cada día los 2.000 metros cúbicos, no es preciso poner en marcha una nueva línea de desalación ya que a diferencia del pasado año, las reservas de agua existentes en los depósitos son sensiblemente superiores.