La gota fría dejó ayer a su paso por las Pitiüses 57'8 litros por metro cuadrado, según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Meteorología en el aeropuerto. En Sant Joan cayeron 58 litros por metro cuadrado, mientras que en Santa Eulària el pluviómetro marcó 56 litros. En Formentera se llegaron a registrar 25 litros en La Mola y 35 en Sant Francesc, hubo cortes eléctricos y no se interrumpió ningún trayecto marítimo.
La tormenta se inició alrededor de las siete de la mañana acompañada de intenso aparato eléctrico, que ocasionó diversos cortes de luz. La línea eléctrica entre Puig den Valls y Jesús resultó averiada por la tormenta sobre las seis de la mañana, y quedó totalmente restituida a las 11 horas. Pero por la tarde una parte quedó de nuevo interrumpida, dejando a 600 clientes sin energía eléctrica.
El aguacero duró casi dos horas, con 30 minutos de gran
intensidad. Como consecuencia, las alcantarillas reventaron y la
ciudad de Eivissa quedó inundada de detritus, si bien en esta
ocasión es Pratet no fue la única zona afectada. En La Marina el
agua se coló en la práctica totalidad de comercios, que hasta media
tarde seguían secando sus mercancías y extrayendo con bombas y
fregonas el hediondo líquido acumulado. En la calle Vicente Serra,
parte de los comestibles de un supermercado flotó por la vía
pública en cuanto se abrieron las puertas del negocio,
completamente anegado. Una acometida de agua reventó en la calle
Castilla, circunstancia que empeoró la situación en esa área.
Varios contenedores de basura flotaron y ocasionaron desperfectos
en vehículos, como ocurrió junto al retén de la Policía Local
Los ediles Joan Bonet y Antoni Roldán, de Urbanismo y Obras,
respectivamente, señalaron que lo ocurrido «era inevitable» debido
a la cantidad de agua caída en tan breve espacio de tiempo. Roldán
indicó que sobre las 9'30 horas, en cuanto los imbornales
comenzaron a absorber el agua, empezaron a desaparecer las áreas
encharcadas. En rueda de prensa, el director territorial del
Ibasan, Ramon Mayol, criticó el estado en que habían quedado las
calles: «No son un buen ejemplo de una gestión eficaz». A raíz de
esas declaraciones, el edil Joan Bonet calificó de «penoso y
patético» que Mayol «aproveche un desastre natural en beneficio
propio».
La intensidad de la lluvia obligó a desviar cuatro aviones hacia Palma, que regresaron con dos horas de retraso de media. Los vuelos procedían de Barcelona (Air Nostrum), Nuremberg (Air Berlin), París (SEU) y la ciudad suiza de Bassel. Como la tormenta se desplazó de Eivissa a Mallorca, a mediodía hubieron de ser desviados tres vuelos desde Son Sant Joan hacia las Pitiüses. Los bomberos también tuvieron trabajo, similar al habido durante el temporal de julio de hace un año, cuando se registraron hasta 30 intervenciones. En este caso fueron 24, todas ellas en Vila para achicar el agua que inundaba viviendas y negocios.
Continúa hoy y, sobre todo, mañana
La inestabilidad proseguirá hoy con chubascos tormentosos muy
fuertes de hasta 30 litros por metro cuadrado. Eso sí, serán
puntuales, no tan generalizados como hoy, momento en que el frente
ha barrido toda la isla. Desde el Instituto Nacional de
Meteorología, un portavoz calificó de gota fría el fenómeno
meteorológico que ha afectado a las islas, peus ha sido ocasionado
por la coincidencia de una masa de aire caliente con otra de aire
frío, ésta en la capa superior de la atmósfera. Lo sucedido podría
repetirse, advierten, mañana, tanto por la intensidad de los
chubascos como porque podría se perceptible en cada rincón de las
Pitiüses.