La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez, ha dictado una providencia por un delito de estafa relacionado con la hipoteca de cuatro bienes inmuebles propiedad de un súbdito alemán por parte de Olaf Sstolz, también germano, que tendrá que abonar al indemnización de 250.000 euros más otros 7.500 por gastos derivados de costas al estafado, tal y como dictó una sentencia anterior que, obviamente, no ha sido cumplida. En total 275.000 euros (42.745.000 pesetas) que el estafador deberá abonar antes de quince días.
De lo contrario "siempre según la providencia" será arrestado durante tres meses , transcurridos los cuales proseguirá el proceso. El dictamen de la juez recalca la «actitud obstruccionista a la hora de cumplir la sentencia» e incluso recalca el hecho de que el condenado «ha faltado a la verdad en este caso».
El demandado alegó estar en la ruina como motivo para no hacer frente del pago. Sin embargo, parece haber quedado constancia de que Sstolz cuenta con ingresos constantes porque tiene arrendado este complejo a una empresa que, a su vez, trabaja con TUI. Para más gravedad, los estafados han constatado que en el Consell no hay ningún tipo de licencia para esta urbanización con fines turísticos. Tampoco está de alta en al Seguridad Social ni en Hacienda.
Hay que recordar que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial revocó una sentencia anterior y condenó en junio de 2001 a Olaf Sstolz, administrador único de la citada entidad Club Cala Vadella, como «responsable de un delito de estafa impropia precedentemente definido, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena de tres meses de arresto mayor». Además, el tribunal establecía que el acusado debe abonar a uno de los demandantes una cantidad por «los perjuicios derivados de la hipoteca de los cuatro apartamentos» de dicha persona.