E l Curso de Intervención Educativa y alumnado Inmigrante organizado por FETE-UGT en el que participan desde el pasado día 5 dieciocho personas del ámbito educativo y social contó ayer con la presencia de Margalida Rosselló una educadora con una gran experiencia en el ámbito de la integración educativa. Directora del colegio Llevant de Inca, el que mayor número de alumnos inmigrantes de origen marroquí tiene de Balears, explicó en su ponencia su experiencia y método de los últimos seis años.
En la actualidad su centro, que hace 6 años acogió «anecdóticamente» a su primer alumno inmigrante, cuenta este curso con 47 alumnos de origen marroquí que forman parte del 35 por ciento del alumnado inmigrante. «En nuestro centro tenemos alumnos de 3º de Primaria que están escolarizados desde los tres años y hablan perfectamente el catalán. El problema de integración aparece cuando vienen a unas edades más avanzadas», detalló Rosselló.
La directora del colegio Llevant, que habló de su propia experiencia, la problemática, intervención y organización educativa del centro y la formación del profesorado, explicó que parte del éxito de su programa se consiguió a raíz de un viaje a Marruecos que ella y la jefa de estudios realizaron para conocer la cultura y la realidad de sus alumnos y la participación en simposium en Girona, zona con cierto bagaje en la acogida de este tipo de alumnado.
«Nosotros hemos trabajado mucho con la mediadora intercultural del Ayuntamiento de Inca. Organizamos una diada de puertas abiertas en la que participaron todos los colectivos sociales de Inca y, solamente la convocatoria de reuniones con los padres de los diferentes colectivos para que aportaran diferentes objetos y montar distintas exposiciones y stands, fue un éxito», explicó. «Con algo tan simple como una jornada de puertas abiertas conseguimos una interrelación entre todos los participantes que se fueron conociendo e intercambiando impresiones, probando las comidas y bebidas de los diferentes lugares y culturas», agregó.
Margalida Rosselló explicó que con la organización de actividades en las que se implicaron los padres consiguieron que las madres marroquíes entrasen sin tapujos en el colegio y que incluso las familias formasen parte del APA del centro participando en las decisiones de la comunidad escolar.